Manos de Tijera

Hoy, me tocó ir a visitar a un peluquero que me recorta los pocos pelos desde hace algunos años. Hay temporadas que lo visito seguido, hasta llegué a viajar solamente para recotarme con él. Por razones de confidencialidad, no vamos a revelar su nombre ni su lugar de atención. Como les decía que me conoce, me preguntó por mis hijos, me vió relativamente más ligero y cual dardo, preguntó, ¿Vos estás bien?. Y la pregunta fue el detonante para una sesión de diván pero con tijeras y máquinas afeitadoras en la mano.

Desde el consejo básico de ser feliz, hasta la comparación con un hindú de 80 años que solo come verduras, pasando por Racing, Arsenal, la vida, el país, la política y los sabios consejos para tratar a una ex, dolida por el abandono de su pareja.

Salí de la peluquería, con un alivio, no soy el único, somos varias generaciones las que pasamos por ésto, y sin embargo, los hijos siguen creciendo, las parejas se estabilizan y todo el mundo vive feliz sin perdices ni matices.

Mister Big, el emocionalmente inestable.