Manos de Tijera

Hoy, me tocó ir a visitar a un peluquero que me recorta los pocos pelos desde hace algunos años. Hay temporadas que lo visito seguido, hasta llegué a viajar solamente para recotarme con él. Por razones de confidencialidad, no vamos a revelar su nombre ni su lugar de atención. Como les decía que me conoce, me preguntó por mis hijos, me vió relativamente más ligero y cual dardo, preguntó, ¿Vos estás bien?. Y la pregunta fue el detonante para una sesión de diván pero con tijeras y máquinas afeitadoras en la mano.

Desde el consejo básico de ser feliz, hasta la comparación con un hindú de 80 años que solo come verduras, pasando por Racing, Arsenal, la vida, el país, la política y los sabios consejos para tratar a una ex, dolida por el abandono de su pareja.

Salí de la peluquería, con un alivio, no soy el único, somos varias generaciones las que pasamos por ésto, y sin embargo, los hijos siguen creciendo, las parejas se estabilizan y todo el mundo vive feliz sin perdices ni matices.

Mister Big, el emocionalmente inestable.

El hombre liberado

Así como Frederic Nietzsche escribió su obra El Súper Hombre, yo sin ser tanto ni querer emular a semejante filósofo de bigotes, voy a escribir sólo un post, sí es lo que hay, no?.

Resulta que uno de los "nobles caballeros" que suele frecuentar la mesa de amigos de Mister Big, se ha separado luego de más de 15 años de convivencia. Como todo, la culpa de la separación, no es de una sola persona, es de dos, pero como éste post no va a tratar de eso, quiero celebrar que mi "amigo" está abierto a una nueva vida, que con el devenir del mundo y sus cambios en la cultura, en el consumo, en las mismas relaciones entre las personas, está disfrutando de la vida mucho más que cuando tenía esos jóvenes 18 años, sus 90 kilos de músculos férreos y su larga cabellera. Hoy, esos 90 kilos, apenas llegan 100, la larga cabellera fue encontrada hoy con el resto de un fósil y de los músculos férreos y...quizá con un poco de gimnasio, algo se va a poner duro. Igual, la estadística que alarmó a los comensales esa noche que reveló el dato, fue letal. La vida después del matrimonio y de la separación, hace bien, levanta el ánimo y genera sensaciones inexploradas.

Se que es una deducción apresurada, pero...será el matrimonio la solución a la tristeza? al parar de sufrir?. El tiempo y mi próxima pareja me demostraran lo contrario.

ëste si fue el último de la noche...mañana hay que ponerse el traje y salir a caretar.

Yo, Mister Big, a lo argento...sin limousine...sin Carrie, pero con caries...
Les dejo otra de David Bowie, para disfrutar el post...

¿Por qué Mister Big?

Hace cosa de micro segundos, esos micro segundos que tarda una persona en hablar con otra bajo éste escenario de la vida digital, una de mis amigas, sí, esa amiga que está siempre que un hombre necesita destripar sentimientos, me preguntó: por qué Mister Big? "Viste mucho Sex and the City?"
Sí, pero no solo es por eso, es por mi tamaño, chicas piensen un poco...es por ese tamaño que muchas veces los hombres proyectamos, pero que en realidad no somos más que un poco de carne trémula, tambien por esas grandes fachadas mentirosas que ocultan inseguridades, por esas historias ampulosas que resultan ser siempre más grandes que la verdad, soy Mister Big y este es un lugar para contar las cosas que un hombre de 36 años no puede contar detrás de su disfraz carcelero rutinario del día a día.

No está mal no? Con ustedes Mister Big...

¿Heroes...ó Heroinas?

Se lo tengo que dedicar a esas Carries que hacen sentir a los hombres como Reyes de tierras perdidas, de lugares imposibles que solo ellas saben hacerte llegar, ahí, donde vos sabés que la curva te deja derrapando, ahí donde solo ellas saben llevarte...

Y si, yo también tengo mi blog.

Cansado de ser solo un segundón, de no tener un papel donde llorar (si, yo soy un grandulón que llora) acá me pongo a bloguear al compás de mis teclas con el sonido que me arrulla en otra noche de soledad, pero que linda que es....

Cambiando ampliamente de tema, ésta semana, una de mis Carries, me recomendó un blog de tres treintañeras (se complica al leerlo, sérán así de complicadas también?) que no paran de sufrir la "eterna soledad" (como cantan Los enanitos "mendocinos" verdes). Lo más destacado que leí es el post Pare de sufrir Una cachetazo al diván, un amague al rollo de las culpas simples y molestas, como las piedas en el zapato, que sabés que existen, pero ni siquiera te animás a descalzarte para quitarla.

Bien por las chicas.
Recomednación de Mister Big
http://paredesufrir.wordpress.com/